Asegúrate de que los documentos no estén dañados, sean ilegibles o estén vencidos y de que las funciones de seguridad, los números, los signos y las letras estén claras. Cuando tomes una foto digital de tu documento, asegúrate de que las cuatro esquinas estén visibles y que no haya reflejos ni otras obstrucciones, que la iluminación sea suficiente y que las letras no estén borrosas o se distingan poco.